Mitología

Egipcia

Nut

Diosa del cielo
Conjunto Nut

Madre de dioses y creadora de vida.

Por envidia de Ra, dios Sol, fue castigada sin poder dar a luz ningún día del año a los hijos que tenía con su compañero y hermano Geb, dios de la tierra. Por lo que Nut, haciendo uso del ingenio, habló con el dios de la Luna para que le permitiese utilizar la luz nocturna para traer a sus hijos al mundo. Una vez enterado Ra del engaño de Nut, mandó al viento separarla de su amado hermano Geb por siempre jamás. Esta separación establece la distancia adecuada para la formación del mundo.

Nut representada como un arco estrellado era la encargada de devorar al Sol todos los atardeceres, hacerlo vagar por el inframundo que poseía en las entrañas y parirlo todas las mañanas dando origen a un nuevo día.

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Sejmet

Diosa de la guerra
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Cuenta la mitología que Ra, el dios Sol, empezó a envejecer, perdiendo parte de su grandioso poder hacia la humanidad. Éste, para sacarlos de su ignorante error, envió a Sejmet a la tierra a darles un buen escarmiento.

La diosa, enajenada por la falta de respeto al que su padre había sido sometido, dejó su ira salir por sus fauces de leona aniquilando a buena parte de Egipto. Ra pidió a Sejmet que abandonase el cometido, pero ella, sedienta de sangre, no paró. En su desesperación por hacer entrar a su hija en razón, Ra consiguió engañarla vertiendo seis mil barricas de cerveza teñidas con ocre para que la leona apaciguara su sed. Una vez bebidas, ésta se serenó lo suficiente como para convencerla de subir de nuevo al Aaur.

Ella era tan poderosa que dicen que de un suspiro creó el desierto.

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Ammyt

Diosa triforme
Conjunto Ammyt

Era la encargada de devorar el corazón de los injustos en la celebración del juicio final. En Egipto, al morir una persona era juzgada para definir si su alma merecía acceder a la inmortalidad o a la llamada “segunda muerte”. El acto consistía en poner en una balanza el corazón, como símbolo de los actos terrenales pasados, y una pluma, representando la verdad y la justicia. De encontrarse ante la inestabilidad de la báscula, perdiendo en peso la pluma, los dioses dictaminaban que el alma no merecía subir al Aaur, paraíso egipcio. Ammyt era la encargada de engullir el corazón injusto.

Diosa triforme: cabeza de cocodrilo, cuerpo de leona y patas traseras de hipopótama.

Conjunto Ammyt